Grupo Inter: 30 años de innovación y evolución permanente

02.05.24 11:35 AM Por Andres Felipe

Desde el ya lejano 1994, cuando León Darío Valencia decidió arriesgarse y romper todos los paradigmas del mercado de aquel entonces, hasta hoy, tres décadas después, el Grupo Inter se ha posicionado como una empresa pionera y referente en el sector automotriz de nuestro país.


Ingeniero mecánico de profesión, y llantero por pasión y convicción, León Darío preside una compañía sólida, fuente inagotable de empleo e innovadora. Por ello, y tras la creación de Agreste, centro de servicio especializado para camionetas, recibió en 2021 el reconocimiento “A la Innovación” en La Noche de los Mejores de Fenalco Antioquia.


Don León, ¿qué representa para la empresa llegar a los 30 años en el mercado?

“Una efeméride muy importante porque son muchos años y se vienen muchas cosas a la cabeza y lo primero es cómo empezamos, éramos seis personas, todos vendedores y en un momento difícil. En aquel entonces, comienzos de los años 90, recién se había abierto el país y solamente había dos fábricas de llantas y dueñas del mercado. Incursionar en ese negocio no era fácil porque la gente en Colombia no conocía el mundo, no sabía realmente cómo era, no tenía idea de cuántas fábricas de llantas existían y qué tan buenas eran.

Comenzamos con una marca coreana, Hankook, que incluso ha llegado a ser la número 1 en el país, cuando hablar de una llanta de Corea era como hablar del diablo, nadie lo creía y nos tocó trabajar duro, recorrer las calles visitando a los transportadores para que nos compraran, la empresa nació vendiendo llantas para camión, de la marca Hankook”.

Y las personas que iniciaron con usted ese camino, ¿aún continúan en la empresa?

“Muchas de ellas, sí. Fuimos creciendo poco a poco desde nuestros orígenes y se me viene a la mente ese momento inolvidable, el lugar y la bodega donde estábamos. Quiero destacar de todo el trasegar en esta industria a la gente que ha trabajado conmigo, gente espectacular, fabulosa, con muchas ganas y profesionalismo, ha sido una construcción de equipo, no individual, y retomando la pregunta puedo decir con orgullo que muchos siguen aquí, conmigo.

Algo simpático, que decimos de manera jocosa pero es real, es que somos una compañía de ‘recogidos’. Me explico, cuando empecé con la empresa me habían acabado de despedir del empleo anterior, estaba en la calle y fui el primer ‘recogido’, después fueron llegando otros que estaban sin trabajo, llevan muchos años conmigo y han crecido a la par de la empresa, como Sergio Cataño y Jorge Rey, hoy gerentes de las Líneas de Camión, y de Auto y Camioneta, respectivamente. Luego llegó María Teresa (Acosta), nuestra vicepresidente financiera, que trabajaba con mi papá y un tío en una fábrica que debieron cerrar por dificultades del mercado, entonces la ‘recogimos’. No es que hemos contratado genios sino que trabajamos con ‘recogidos’ y la experiencia ha sido muy positiva, un trabajo disciplinado, donde ha existido orden, gestión, visión de futuro, hemos sido muy innovadores en muchas cosas”.


¿Cuáles han sido los momentos más importantes del Grupo Inter en estas tres décadas?

“Hay muchos momentos. Uno importante y clave de la vida de la compañía fue la creación de nuestra red de distribución, era impensado que una empresa nacional pudiera construir una red de distribución de llantas cuando la historia marcaba que era potestad de las multinacionales. Ahí se nos ocurrió formar la red y por primera vez en Colombia una red multimarca, antes todo era monomarca. La creación de la red fue un hito y sigue siendo muy importante, sólida y esperamos que siga creciendo, todos los que están con nosotros han crecido, han vuelto sus negocios más grandes, mejores, más rentables, los hemos ayudado y apoyado.

La red tuvo un momento clave en la historia que fue la cuarentena, un momento definitivo en la historia de los negocios… todos los clientes sobrevivieron, nos pagaron lo que nos debían y a todos les ayudamos con lo que necesitaban para poder subsistir, nos queda esa satisfacción de permitirles que pagaran las deudas como quisieran y pudieran, pero que sus negocios siguieran adelante”.


¿Qué ha sido lo más retador a lo largo de estas tres décadas?

“Honestamente, para nosotros guerrear en el mercado ha sido lo normal, lo que a todo el mundo le toca, no ha sido una dificultad. Ha sido más difícil guerrear contra otros factores complejos, como ciertas deslealtades de la competencia, no en términos de precio, pero hemos sido acusados de cosas falsas, de ser contrabandistas, nos ha venido a allanar la Dian con la policía, nos han castigado con sanciones monstruosas, pienso que la Dian debería tener una visión distinta de los empresarios que trabajamos honestamente, está probado que somos una compañía seria, respetuosa de la ley, de las normas, estamos a la luz de todo el mundo.

Entonces guerrear contra los factores que no tienen que ver con el mercado ni con la competencia ha sido retador y muy caro porque te tienes que defender… y defenderte con buenos abogados es costoso”.

¿Y qué tan desgastante puede resultar esa situación?

“Realmente estamos muy tranquilos porque de todas las cosas que han intentado hacer para sacarnos no ha prosperado ninguna. Cada vez somos mejores, más grandes y sólidos, con mayor relevancia en el mercado, eso nos ha servido para crecer, endurecer el cuero, ser resilientes y así también la competencia se desanima.

En 30 años han pasado muchas cosas, lo primero es que estamos vivos y personalmente guardo una inmensa gratitud con Dios porque nos ha mostrado un camino, nunca nos ha abandonado, estamos convencidos que no es que seamos capaces sino que somos instrumentos que Dios ha usado para que la compañía exista y haya 420 familias que hoy viven de esta empresa. Y gratitud con mi familia, que ha sido ese apoyo, ese aliado incondicional que ha estado siempre ahí, a mi lado”.


¿Y qué ha sido lo más satisfactorio?

“La estabilidad laboral, todas las semanas me presentan personas que ingresan a la compañía, aquí nunca sacamos gente. De hecho, en la pandemia éramos 315 personas, 100 menos que ahora, y quedamos 314, solamente salió una persona, el mensajero, porque durante la cuarentena caímos en cuenta que no necesitábamos mensajero ya que aprendimos a hacer muchas cosas virtualmente, le ofrecimos otro puesto y no aceptó, prefirió retirarse.

Es muy satisfactorio ver tanta gente viviendo de la empresa, con sentido de pertenencia, tenemos un ambiente laboral alegre, bonito, y siempre he dicho que aquí somos de una manera y quien quiera trabajar aquí debe acomodarse a eso. Todos somos distintos pero somos iguales en algo y es nuestra marca, somos llanteros y el llantero suele ser extrovertido, simpático, alegre, servicial, buen amigo, dicharachero y camellador”.


En ese sentido, ¿cuáles son los valores que predominan en el Grupo Inter?

“La honestidad, lealtad y responsabilidad son valores innegociables. Ser buen amigo y colaborador, el respeto, ser responsable con su vida y sus deberes”.


¿Cuáles son las líneas de negocio del Grupo Inter?

“Manejamos muchas marcas importantes de llantas, somos negocio multimarca, multicanal. Tenemos todos los canales, el último que abrimos fue el e-commerce, llevamos trabajando nueve meses en esto, tres meses con ventas controlada, es un e-commerce serio, estructurado, muy bien hecho. También vendemos lubricantes, los más importantes, baterías, accesorios y cositas para los carros”.


Cuéntenos sobre Agreste…

“Es un centro de servicio especializado para camionetas, en Galerías de San Diego. Allí, en una sola parada, se encuentra todo lo que se necesita para las camionetas… llantas, baterías, lubricación, mecánica, frenos, suspensión, accesorios y muchas cosas más”.


¿Y qué tanta acogida ha tenido esta idea de negocio?

“Era un sueño mío, porque a mi me encantan las camionetas, Medellín es una ciudad de camionetas y visualizaba un negocio netamente para estos vehículos, esa idea la tuve por tiempos, fueron un par de años dando vueltas, empezamos a buscar un local, no era fácil porque debía reunir algunas características, como la ubicación y que fuera grande, de unos 1.000 metros cuadrados y un arriendo accesible. Encontramos el local, lo adecuamos con una inversión importante y nació Agreste, un negocio innovador, diferente, con un componente adicional, diferente y atractivo, que haga que la gente se sienta chévere: un café muy bonito, ahora lo vamos a ampliar, compramos máquinas de última tecnología.

Ha sido una inversión riesgosa porque era un momento en el que la economía estaba por el suelo, veníamos de la cuarentena, en la cual las ventas se redujeron considerablemente, nos defendimos vendiendo llantas de camión, pero nos lanzamos y cometimos muchos errores, básicamente de comunicación, los llanteros tenemos cosas entendidas, que para nosotros son normales pero no para la gente del común”.

¿Y de qué manera contrarrestaron esos errores que menciona?

“Como decía, empezamos con un lenguaje que no ayudó y le trabajamos a ese tema, le preguntamos a la gente qué pensaba y entendimos que ni la fachada ni el lenguaje eran lo correcto, cambiamos todo, enderezamos el camino, manejamos las redes de otra forma y el negocio empezó a crecer, hoy se mantiene lleno. Agreste es algo que no he visto en ningún lugar del mundo, ha venido gente de otros países y lo asegura, sí hay negocios de 4x4 pero no como este. En una ciudad diferente a Medellín sería difícil implementar este modelo porque en ningún lugar hay tantas camionetas como aquí. Y todavía le falta, diría que está en un 75% de lo que fue el plan inicial y estamos trabajando para completar ese 25%”.


¿Cuál es el factor diferencial de la empresa?

“Siempre he pensado, y puede sonar a lugar común, que las empresas son las personas y esa es la clave. El diferencial que nos hace exitosos es la gente y también nos ha diferenciado que hemos sido los más innovadores, fuimos los primeros que empezamos a importar, los primeros en crear una red de distribución colombiana, los primeros en las redes multimarca, hemos creado modelos de negocio diferenciales, tenemos a Agreste, asimismo, llegamos a ser la compañía llantera más grande en el mercado de reposición… la empresa siempre ha trabajado fuerte en la estrategia, no salimos a vender, nunca ha sido nuestro foco. Tenemos la estrategia puesta en existir, en qué debemos hacer para lograrlo, es nuestro primer deber, también consideramos que somos visionarios y eso es muy importante y clave en el éxito del negocio, hemos sido capaces de imaginarnos muchas cosas que no han pasado y sucederán, señales que nos dan indicios sobre lo que viene.

No se puede poner el foco en la rentabilidad sino en la supervivencia, tal vez una compañía como esta no es tan rentable como otras, pero no es el tipo de compañía que a mí me gusta ni la que quiero, me gusta así, y aquí trabajamos a diario por ser más profesionales… la ventas llegan y hay que vender, pero no es el foco, es tener un negocio resiliente y capaz de resistir muchas cosas que pueden pasar, con base en nuestra estrategia”.


¿Qué representa para la empresa estar con Fenalco Antioquia?

“Desde que empecé con las llantas soy cercano a Fenalco, hace más de 40 años. Me ha tocado dar muchas batallas legales y en todas me ha acompañado Fenalco, ha sido mi aliado en todas mis luchas, mi amigo y compañero, vivo muy agradecido con el Gremio”.


En 2021 se le entregó al Grupo Inter el reconocimiento “A la innovación” en La Noche de los Mejores, ¿qué significa eso para la empresa?

“Algo rejuvenecedor y nos lo entregaron por Agreste, eso reafirmó que estábamos haciendo algo disruptivo y que podía marcar diferencia, nos enorgullece que Fenalco se haya fijado en eso, además el Gremio valoró que lo hiciéramos en medio de la pandemia”.

Basado en su amplia experiencia, ¿qué aconsejaría a los jóvenes emprendedores?

“Hoy vemos a muchos jóvenes con esa inquietud de emprender y es algo maravilloso. Yo también tuve ese recorrido y lo primero que les diría es que miren si lo que están haciendo le va a solucionar alguna necesidad a las personas, no es emprender porque sí, los exitosos son los que le cambian la vida a la gente.

Y después, que sean metódicos, que tengan un plan y estrategia y no sea a la loca, que sepan cuánto le va a costar y cuánto tienen que vender para que funcione la idea, que sean organizados y gestionen bien el negocio. Si fracasan deben entender que es normal y si consideran que hicieron las cosas bien, inicien otro emprendimiento, generalmente los grandes emprendedores han fracasado una, dos o más veces”.


¿Qué cualidades debe tener un buen líder, para usted?

“Primero, una condición imprescindible: credibilidad, ya que si no te creen, no puedes liderar. La gente te va a creer porque demuestras ser una persona con visión y sustentada, con ideas claras, percepción del futuro y argumentos, las personas ven que el líder ha generado ideas exitosas, porque el éxito de uno es el de ellos, y viceversa.

Un líder debe ser muy humano, entender que cada persona tiene detrás una historia que la marcó, como líder no se debe juzgar, se puede reprender o llamar la atención, pero nunca juzgar. Mientras más humano se es, más lo siguen y lo quieren, y lo deben ver como un ser humano como cualquier otro, no alguien lejano”.


¿Cuál es la visión de la empresa?

“Apuntamos a una cosa: que siempre seamos capaces de leer el mercado, es nuestro norte… qué nos indica el mercado, qué nos dice el consumidor, qué quiere y para dónde va. Agreste es fruto de leer el mercado, hay muchas camionetas y no hay un lugar especializado, nosotros lo hicimos. A veces ese sentido común es muy escaso y las compañías deben tener ese sentido común, acá ha primado mucho eso”.


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